Un programa variado, festivo y virtuoso, cercano a la tradición centroeuropea de las orquestas de salón.
Estos conjuntos instrumentales, muy populares en Europa Central, interpretaban música tanto en salones civiles como en salas de baile.
La formación era muy variable, tanto por el número de músicos como por el tipo de instrumentos que se utilizaban. El núcleo, en la gran mayoría de los casos, era un conjunto de cuerdas con piano.
En nuestro caso añadimos la flauta (según la tradición vienesa) y el clarinete (según la tradición berlinesa), completando la fórmula mágica del conjunto con un acordeón.
El concierto sigue la idea de un programa pot-pourri, muy propio también de la música de salón, y juega además con el espíritu del manifiesto de Cocteau “Le coq et l’arlequin”, en favor de una música sencilla, ligera, amable y agradable, en contraposición a otras estéticas “complicadas” imperantes a comienzos del siglo XX.