Del fascinante catálogo de Grisey, siempre unido a la experimentación armónica y temporal, hay una obra poco conocida, pero que irradia todo el radicalismo y la fuerza artística de sus creaciones, se trata de Le temps et l’écume, para cuatro percusionistas, dos sintetizadores y orquesta de cámara, con la que Grisey, a través del “ruido rítmico” (como él lo denominaba), tamiza la percepción del tiempo.
El programa se completa con tres obras contrastantes, pero cercanas al mundo sonoro de Grisey: Georg Friedrich Haas, el interesante compositor catalán Octavi Rumbau y la versión de cámara del Prélude a l’après-midi d’un faune, obra con la que Debussy implosionó la concepción armónica, rítmica y tímbrica.